miércoles, 24 de junio de 2009

Trucos para evitar el jet-lag.

El llamado jet-lag es un síndrome causado por los cambios horarios que produce malestar. Sus principales síntomas son el dolor de cabeza, la ansiedad, fatiga, el insomnio por la noche y somnolencia por el día, una sensación de descoordinación y malestar estomacal.
Una de las principales maneras de combatirlo es adaptarse al cambio horario antes de montarse en el avión, incluso dos o tres días antes de la salida. Si se viaja hacia el Este habrá que adelantar una hora tanto el momento de ir a dormir como el de despertarse. Si se va a volar hacia el Oeste, por el contrario, habrá que atrasar la hora. Para facilitar la adaptación, es recomendable variar ligeramente también los horarios de las comidas, adaptándolos a los hábitos del país de destino. Si no se siguen estas recomendaciones, conviene al menos cambiar la hora del reloj durante el vuelo para ir acostumbrándose al cambio.
Durante el vuelo convendrá dormir más o menos según a qué hora vayamos a llegar al destino. Esto significa que si será de noche cuando aterricemos habrá que dormir en el avión para no perder horas de sueño, y que si es de día, habrá que evitar dormirse para evitar el insomnio.
Una dieta equilibrada antes del viaje puede también ayudar a prevenir el jet-lag. Se recomienda desayunar y almorzar alimentos altos en proteínas y reservar la cena para los carbohidratos. Ya en el avión, hay que evitar comer en exceso y tener en cuenta que los carbohidratos facilitan el sueño y las proteínas son estimulantes, por lo que se ingerirá un tipo de alimento u otro según la conveniencia de dormir. Además, ayudará comer en el avión cuando sea la hora de hacerlo en el país de destino. Hay quien recomienda tomar alimentos ricos en vitamina C y vitamina B12.
Es imprescindible también mantener el cuerpo bien hidratado bebiendo agua y refrescándose la cara periódicamente. El ambiente del avión reseca el cuerpo y ese efecto dificulta la circulación. En cambio, hay que evitar abusar de la cafeína y el alcohol porque su efecto es contraproducente.
Para evitar el malestar es importante también hacer pequeños ejercicios, como estiramientos, durante el vuelo. Dando paseos cada poco y haciendo movimientos de las extremidades contrayéndolos y relajándolos, se evitará problemas de circulación y producirá una mayor sensación de bienestar. Conviene despejar de bultos la zona de los pies y utilizar el reposapiés o, si no lo hubiera, utilizar una maleta para mantener en alto las piernas.
Por último, hay una gran polémica sobre los efectos que produce la luz del sol sobre el jet-lag. Hay quien recomienda exponerse lo máximo posible y, en cambio, otros estudios han demostrado que usar gafas de sol reduce los síntomas. Una tercera teoría combina las dos anteriores y establece que la luz de la mañana es perjudicial y la del atardecer, por el contrario, beneficiosa.